Paz-ciencia

08/07/2020

De este último encuentro me llevo una llave que creo pueda hacer ese click que abra un espacio dentro mío de calor, comprensión, flexibilidad, apertura y permeabilidad a las situaciones del vivir cotidiano relacionado a la maternidad y es la paciencia. Magdalena citó una frase “la paciencia comienza cuando se termina la paciencia” y me quedó resonando. Muchas veces me veo como un sargento que impone reglas y estructura y muchas otras me veo tan descontracturada que perdemos el orden que nos da una rutina, cierta órbita y parámetros de horarios que nos mantienen en armonía. 

Me llevo el aprender a ejercitar la paciencia: no querer ser ya de una manera, madre iluminada y serena. Ni que mis hijos aprendan sin todo un proceso previo de sembrar, regar y cuidar. A veces es sólo creer que ellos están echando raíces que los van a nutrir siempre y no esperar los brotes, flores o frutas ya. 

Y mientras regamos, cantamos: la música que nos acompaña.

Gracias Meli por la tarea!!!

Un abrazo grande, 

Belén Herrera